viernes, 4 de marzo de 2011

La realidad nietzscheana por Nelson J. Roa H

La realidad nietzscheana


Por: Nelson J. Roa H.
Estudiante Maestría en Antropología
Universidad del Cauca


La mirada multidimensional con respecto a la realidad desde la concepción más general, tiene su origen  en la óptica de los griegos, por comprender el afuera de sus actos que cada vez se materializaban en una  sociedad, una política y una cultura producida por los hombres de carácter civilizado.

De esta manera empieza a concebirse el mundo como una acumulación mas que histórica, infinita, con espacios que insinúan curiosidad, así el encuentro de los elementos, de los personajes en la historia, de lo monumental, de lo anticuario y de lo critico, como escenas vivas de la realidad.

Comúnmente la realidad es concebida  como aquello que realmente existe y se desarrolla, contiene en si mismo su propia esencia y sus propias leyes,  así como los resultados de su propia acción y desarrollo.

Al comprender la realidad como un afuera del sujeto, esta tiene un carácter objetivo. Lo que se refiere al mundo material en su conjunto. Esta objetividad de la realidad es relativa, pues en lo que respecta al individuo, es todo lo que existe fuera de su conciencia y es reflejada por ella, pero el mismo,  con su conciencia, será realidad objetividad respecto a otras personas. Por lo que se puede decir, que la realidad incluye en si  los diversos objetos materiales, sus propiedades, el espacio, el tiempo, el movimiento, las leyes, los distintos fenómenos sociales, relaciones de producción, estado, arte. Todo ello reflejado por la conciencia humana, pero que  existe con independencia de ella.

Sin duda referirse a la realidad es una escena peligrosa por su contenido amplio pero a la vez particular, dado que es un sentir, un pensar, un ser en la vida de un solo personaje, de un actor. Por lo que abordar la realidad desde la óptica Nietzscheana es caminar por las rutas más discontinuas y a la vez impredecibles de los conceptos universales. Si bien, el filosofo de acuerdo a su trayectoria filológica, no niega que la realidad esta bajo los cánones de lo real y existente, tampoco trata de imponer lo real sobre la vida de los individuos, sino que la vida como lo mas desbordante es real. Por lo que no hay más realidad que la vida propia, las construcciones de nuestra voluntad afirmativa por tener el poder de hacer de nuestra existencia la más feliz realidad.

Esta concepción de la realidad es desde mi perspectiva la más “sana” y orientadora visión, pues es desde lo humano que Nietzsche habla de la realidad, lo humano entendido como la unidad de acción y pensamiento, interior y exterior, objetivo y subjetivo, cuerpo y mente. Sin dicotomías que fracturan la realidad en un fenómeno en el que participamos de manera ambigua. Por lo que la realidad es el escenario de encuentro con nuestra individualidad, que diluida por la cultura y nuestra debilidad, es la mas visible y negadora forma de comprenderla. Sin embargo, todo desarrollo en la cultura como consecuencia de la decadencia moral, decadencia del acto, del pensamiento, de vivir, muestra la realidad de manera tal, que solo sea certero, todo aquello que contenga cálculos fríos, demostraciones lógico-formales y abstracciones de una experiencia sin vida. Así, la realidad como un afuera, como un objeto de experimentación y no de experiencia. No hay realidad sin experiencia, de tal manera que solo si la vida de un hombre existe, la realidad puede existir. 

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